sábado, 25 de julio de 2015

La historia de la Iglesia nos recuerda las apariciones de la Virgen con el Niño Jesús en el brazo derecho, y el escapulario a San Simón Stock, devoción que recomiendan varios pontífices.
La grandeza del escapulario, símbolo del amor y la intercesión que ella nos tiene a todos sus devotos; se hizo famosa por las promesas: Yo asistiré en vida y en muerte a quienes lleven devotamente mi escapulario o medalla .
Porque las almas del purgatorio conseguirán el descanso si en la vida llevan con fe el escapulario.
Por los múltiples milagros realizados en las carreteras de Colombia.
El grandioso homenaje, expresión apoteósica de la fe en las parroquias, capillas, pueblos, y ciudades; resalta una vez más la tradición de esta devoción popular.
Necesitamos purificar este fervor con un catolicismo más práctico: Cumplir los mandamientos, practicar la caridad, asistir a los actos religiosos y a la Santa Misa Dominical como lo acaba de recordar el Papa.
Recordamos, que la Virgen del Carmen es la misma madre de Dios y madre nuestra, por ser la madre de Jesucristo, el hijo de Dios.
Resaltar la devoción de los conductores de tractomulas, camiones, buces, taxis y demás vehículos; las carreteras de Colombia están matizadas con su imagen y las miles de lámparas que recuerdan sus milagros.
Los marinos, las Fuerzas Armadas, los pilotos, los pescadores resaltaron con pólvora y música su religiosidad.
Felicitaciones a las familias y comunidades que veneran su imagen en el hogar, en la plaza o en el parque, y que se sumaron a la celebración más popular y multitudinaria del país.
La Santísima Virgen toma diversos nombres según la devoción o el lugar de sus apariciones. Así se llame Virgen de Lourdes, de Chiquinquirá, de Guadalupe, de Los Remedios, de La popa; pero es siempre la misma y única Virgen María.
Muchas sectas y grupos religiosos nuevos no admiten esta devoción; pero la respuesta cristiana del pueblo nos indica el aumento de sus seguidores.
Un contenido más Cristiano, religioso y teológico nos invita aportar la medalla o escapulario como signo protector y de compromiso por hacer siempre el bien.
Repasando algunos archivos, encontré un programa de fiesta del Carmen en Puerto Colombia de hace 20 años. y además una hoja parroquial de la Inmaculada de hace 40 años, con idéntico fervor al de hoy.
En vísperas del nuevo Milenio felicitaciones al Párroco y sacerdotes de la Iglesia del Carmen de Barranquilla, a quienes celebraron su fiesta en las estaciones de taxis y a todos sus devotos.
Que la Patrona del Monte Carmelo nos proteja y nos guarde.
Si alguien no cree, o no ama a la Santísima Virgen, le recomiendo que vaya a Puerto Colombia, convertido su templo en Santuario Nacional; conozca la fe de los Porteños, y sentirá una corriente espiritual y religiosa.
La fiesta del Carmen fue un canto de fe y esperanza para que en Colombia reine la paz.
Una ola marina que invada al país de amor y solidaridad en contra de la violencia.

                                                     santiago leon ortiz 

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