miércoles, 30 de julio de 2014


Mundial Brasil 2014: La abrupta salida de Pinto en la mejor Selección de la historia

Tan hermoso que fue el Mundial y tan feo que acabó la aventura. No ha pasado ni un mes de nuestro histórico partido en cuartos de final contra Holanda y se dio un polvorín en la Fedefútbol.
No tardará 24 años para escribirse un guión para la película Brasil 2014, como pasó con la cinta Italia 90, recién estrenada; ya se publicó en una sola rueda de prensa, que fue desagradable para todos.
La permanencia de Jorge Luis Pinto era insostenible para los federativos, por una relación de casi tres años con el director técnico colombiano que se desgastó y pasó al terreno del maltrato y del irrespeto hacia los componentes de la organización. 
El suramericano dio muestras de una maestría para dirigir en el banquillo, con orden y disciplina táctica encomiables, excelente estrategia para cada juego y amplio conocimiento y análisis de los rivales, que hoy reconocen propios y extraños (sería mezquino no hacerlo), pero fue incapaz del manejo coherente del grupo y su liderazgo se extralimitó, como denunciaron quienes estuvieron cerca del proceso.
Cuando se construyó esta heroica gesta en la Copa del Mundo tuve muy claro que fue un trabajo en equipo, no el resultado de la labor de un solo personaje. Brasil 2014 unió más a los ticos, los enloqueció alrededor de una proeza insospechada. Pero todo se cortó en forma abrupta y se rompió un pacto de caballeros que quebrantó la paz, para finalizar una relación no en los mejores términos.
Los dimes y diretes que surgieron durante y después de la conferencia con los periodistas fueron lamentables y no debieron suceder. Este Mundial imborrable para los ticos se manchó. No hay que hacer más grande el desaguisado. Más calma y prudencia en este momento, porque hay que empezar a construir un nuevo sueño para la Tricolor: la Copa Mundial de Rusia 2018. Ese debe ser el norte ahora.
Jorge Luis Pinto da instrucciones el 29 de junio en Recife, Brasil. El día histórico ante Grecia, cuando la 'Tricolor' superó la barrera de octavos de final y avanzó a cuartos, por primera vez en la historia del fútbol costarricense.
Jorge Luis Pinto da instrucciones el 29 de junio en Recife, Brasil. El día histórico ante Grecia, cuando la 'Tricolor' superó la barrera de octavos de final y avanzó a cuartos, por primera vez en la historia del fútbol costarricense. (AFP)ampliar
LAS ALABANZAS DEL MUNDO.
De todas partes del planeta –y lejos de imaginarse el penoso desenlace que tendría la negociación fallida entre Pinto y los federativos–, los elogios por la histórica labor de Costa Rica en Brasil 2014 son abundantes. Todos resaltan los rasgos de una Sele que salió invicta en cinco partidos, como el único seleccionado del continente americano que salió sin perder de la Copa.
La histórica clasificación a la fase de los cuartos de final es el producto del estilo de juego de Pinto, uno de sus artífices, que dio de qué hablar para salir invictos del torneo, luego de que sus pupilos, bajo la guía del colombiano, lo interpretaron a la perfección, por la forma en que presionaron a los rivales y aplicaron su estructura táctica. 
Aquí Pinto recibió críticas por pobres actuaciones y ser muy defensivo. Pero, tras dos años y medio, pasó a ser el más querido y respetado en gran parte del país, al construir un equipo, lograr consolidarlo y detectar a figuras idóneas para competir en el ámbito internacional.
Contra viento y marea, la Fedefútbol le respetó su estilo, para empezar la eliminatoria y conducir al grupo a Brasil 2014. Pinto puso en su cuerpo técnico a los exmundialistas Paulo César Wanchope, Luis Antonio Marín y Luis Gabelo Conejo, y a su compatriota, Jaime Perozzo, el sociólogo que inculcó en el grupo la esencia colectiva por encima de la individual. Lejos estábamos de imaginar que la relación entre los componentes del equipo se había deteriorado tanto.
La Sele hizo historia y de la buena, como la sensación del Mundial, que puso de rodillas a potencias. Solo una vez había llegado a octavos de final, en Italia 1990, y en dos ocasiones no sobrevivió a la fase inicial, en 2002 y 2006. Los frutos de su perseverancia, como técnico detallista, graduado en Brasil y Alemania, saltaron a la vista de todo el planeta.
El que fuera el capitán del excampeón España, Carles Puyol, alabó el trabajo sacrificado y el orden táctico del equipo de Jorge Luis Pinto, que avanzó por primera vez a los cuartos de final y ocupó una histórica octava casilla entre 32 seleccionados participantes.
"Si tuviese que destacar a una selección sería la de Costa Rica. No esperaba que llegaran tan lejos", subrayó el jugador ibérico del FC Barcelona en fifa.com.
El rockero británico, Sir Mick Jagger, no se quedó atrás y se unió al testimonio de Puyol. "Hubo sorpresas en un magnífico torneo y eso es lo que le gusta a la gente. Argelia lo hizo bien, Colombia pasó de ronda, Costa Rica fue campeona de grupo... Todo eso fueron situaciones interesantes", valoró el líder de los Rolling Stones.
Mientras Argelia y Colombia fueron eliminadas en la segunda ronda, la Tricolor fungió como verdugo de tres excampeones del mundo, que suman siete cetros de la FIFA, tres más que las veces que nuestro país participó en la máxima cita del balompié.
Jagger destacó al arquero de la Sele, Keylor Navas, junto al alemán Manuel Neuer, el mexicano Guillermo Ochoa y el estadounidense Tim Howard. “Los porteros han sido excepcionales”, manifestó el músico.
Para la FIFA, Costa Rica lideró las revelaciones del Mundial Brasil 2014 y se constituyó en la gran sorpresa. En su opinión, el certamen permitió que otras regiones no tan laureadas como Europa o Suramérica hicieran historia.
Pero para la entidad ninguna de las selecciones de África que llegaron a los octavos de final, Argelia y Nigeria, pudo competir con Costa Rica por el título simbólico del "equipo revelación" en Brasil 2014.
"Los ticos se ganaron el corazón de los aficionados neutrales en todas partes, al quedar por delante de Uruguay, Italia e Inglaterra en un grupo en el que nadie les concedía ninguna opción a priori, antes de caer con bravura en los cuartos de final, en la tanda de penales contra Holanda", expusieron los analistas de la FIFA.
A nivel individual, el organismo enalteció al guardameta Keylor Navas, porque fue "vital" en la histórica –y pionera– clasificación de la Selección de Costa Rica para los cuartos de final.
"El costarricense fue uno de los candidatos al ‘Guante de Oro’. Un penal atajado frente a Grecia en octavos de final e infinidad de voladas contra Inglaterra y Holanda resultaron decisivas para una campaña histórica del equipo tico”, escribió la FIFA.
La Selección de Costa Rica que debutó con triunfo, 3-1, ante la de Uruguay, en el Grupo de la Muerte del Mundial brasileño. Arriba: Keylor Navas, Bryan Ruiz, Celso Borges, Junior Díaz, Giancarlo González y Óscar Duarte. Abajo: Michael Umaña, Yeltsin Tejeda, Cristian Gamboa, Joel Campbell y Christian Bolaños.
La Selección de Costa Rica que debutó con triunfo, 3-1, ante la de Uruguay, en el Grupo de la Muerte del Mundial brasileño. Arriba: Keylor Navas, Bryan Ruiz, Celso Borges, Junior Díaz, Giancarlo González y Óscar Duarte. Abajo: Michael Umaña, Yeltsin Tejeda, Cristian Gamboa, Joel Campbell y Christian Bolaños. (AFP)ampliar
LOS CINCO INOLVIDABLES JUEGOS.
En el "Grupo de la Muerte" coincidieron tres históricos, Uruguay, Inglaterra e Italia, junto a Costa Rica, la Cenicienta. Pero ninguno de los europeos salió airoso. Ni Los Tres Leonesni la Squadra Azzurra fueron capaces de acceder, al menos, a la fase de octavos; Inglaterra fue incapaz de ganar un solo partido.
Precisamente, a la Tricolor se le daba por muerta, como olvidado de piedra, desde el sorteo de los grupos del Mundial, realizado el 6 de diciembre en Salvador, Brasil. Sus tres históricos rivales en el bloque D no debían permitir ni la ilusión de la afición tica y la lógica dictaba que la Sele sufriría la peor de las suertes.
Sin embargo, el 14 de junio anterior saltó al campo de Fortaleza sin ningún complejo y venció a Uruguay por 3-1 contra todos los pronósticos, con los goles de Joel Campbell –el hombre del partido para la FIFA–, Óscar Duarte y Marcos Ureña; el ariete de la Celeste, Edinson Cavani, se había adelantado con un tanto de penal.
Ante el delirio tico, el técnico charrúa, Oscar Washington Tabárez, movió la banca en la búsqueda de soluciones, pero el arquero Fernando Muslera siguió llevándose sustos, tanto en las jugadas a balón parado como en los descarados remates de Campbell.
Apretó Uruguay, invocando a la garra, porque faltaron fuerzas, pero respondió Navas. La impotencia llevó a Maximiliano Maxi Pereira a perder los nervios y ganarse la primera tarjeta roja de la Copa por una patada a destiempo a Joel Campbell, en los últimos minutos.
Sumó con éxito su segundo encuentro de la Copa el 20 de junio en Recife ante otra potencia, Italia, cuatro veces monarca, a la que doblegó 1-0, con tanto del capitán, Bryan Ruiz, al 44’. Su adversario, que fue subcampeón europeo en el 2012, tampoco fue capaz de resistir al orden táctico de los ticos.
A sus 28 años, Bryan emergió solo por el segundo palo para cabecear un centro largo de Júnior Díaz, desde la izquierda, y batir a Gianluigi Buffon, en su quinto Mundial. La pelota pegó en el travesaño y picó en el arco. Aquí se aplicó el uso de la tecnología, que disipó cualquier duda: fue gol y bola al centro. Por este gol histórico y su labor en el campo, fue elegido por la FIFA como el mejor jugador del partido.
Costa Rica mandó a la casa –y por anticipado– a Inglaterra, con lo cual se aseguró su boleto a los octavos de final, al asfixiar a los rivales con un fútbol intenso y con personalidad, de la mano del obsesivo Pinto y al aprovechar las altas temperaturas. Sin duda, una de las mayores sorpresas en todos los Mundiales, al tomar en cuenta el nivel de los contrarios.
Cuando el mundo del fútbol no procesaba todavía la magnitud de lo conseguido, Costa Rica se midió a Inglaterra, el 24 de junio en Belo Horizonte. Ante los monarcas del Mundial 1966, ya pensaba en los octavos de final, hizo un par de variantes, con los ingresos de Roy Miller y Randall Chiqui Brenes, y concedió su primer empate sin goles.
Era la primera vez que los ticos se medían a los británicos en clase A. Su pasaje a los octavos de final de un Mundial, por segunda vez en 24 años, los octavos de final de un Mundial, solo que esta vez lo haría en el primer puesto del grupo en forma invicta, con siete puntos.
Así se convirtió en el primer seleccionado que ganaba una llave en la que estaban presentes tres excampeones del mundo. Además, los triunfos con Uruguay e Italia en primera fase, igualó la marca de Dinamarca, cuando venció a dos excampeones en la llave de México 1986, con Uruguay (6-1) y Alemania (2-0), y luego en Japón y Corea del Sur 2002, frente a los uruguayos (2-1) y después Francia (2-0).
En ese momento, la hazaña tica se agrandaba en Brasil 2014 y el equipo se mostraba cada vez más compacto sólido y unido en torno a la meta mundialista. Incluso, reforzó en los aficionados un sentimiento de patriotismo a los colores azul, blanco y rojo del pabellón nacional.
El mítico plantel de la Tricolor que hace 24 años, en Italia 90, llegó a octavos de final en su primera participación en un Mundial perdió su trono: el equipo del 2014 hizo historia al alcanzar los cuartos de final.
La generación actual creció con el relato de aquel equipo que puso en alto el nombre del país en el verano italiano. Aquel equipo de Hernán Medford, Ronald González, Roger Flores, Juan Cayasso, Luis Gabelo Conejo y compañía, sorprendieron a todos hace 24 años, con el serbio Velibor Bora Milutinovic como el seleccionador. Pero se mejoró todo lo anterior en Brasil 2014.
Ya en los octavos de final, el 29 de junio del 2014, Costa Rica escribió la página más gloriosa del fútbol nacional, cuando se erigió como el primer país centroamericano que avanzaba a cuartos de final. Sucedió contra Grecia, excampeón de la Eurocopa del 2004, al superarla en una espectacular definición por penales, por 5-3, tras igualar 1-1 en el tiempo regular y extra.
Todo se concretó en Recife y causó el delirio de los costarricenses. El arquero Keylor Navas hizo paradas sensacionales en el tiempo regular y luego, con el sufrimiento de los penales dejó atrás a la mitología helena y dio paso a la felicidad más absoluta, gracias al paradón de Navas ante el griego Theofanis Gekas y el último cobro efectivo de Michael Umaña. Se ratificó así como la gran revelación del torneo.
Durante el tiempo regular, la Sele había igualado 1-1, con los tantos de Bryan Ruiz y el griego Sokratis Papastathopoulos en la segunda parte. Soportó gran parte del juego con un hombre menos, por la expulsión de Óscar Duarte. ¡Increíble y dramático!
De esta manera, de la mano de Bryan Ruiz, Keylor Navas, Joel Campbell, Celso Borges, Giancarlo González, Jorge Luis Pinto y compañía, la Tricolor superó la hazaña del 90, ahora como los nuevos protagonistas entre las ocho mejores selecciones del orbe y el primer país centroamericano que llegaba a los cuartos de final de un Mundial.
Allí, en el quinto encuentro en Salvador, lo esperó nada menos que Holanda, que revolucionó en los años 70 con su fútbol total. Los tulipanes, no obstante, no pudieron el 5 de julio superar el tramado táctico de Pinto, que diseñó un partido pensado para impedirles que atacaran de contragolpe, como prefieren los holandeses.
Los ataques naranjas tropezaron con una muralla defensiva, que ejerció con mucha efectividad la trampa del fuera de juego, al evidenciar lo bien trabajado que, tácticamente estuvo el grupo.
Y Keylor Navas tuvo otra actuación monumental y lo paró todo. Mientras, el sector defensivo se comportó en forma impecable y la fortuna de dos tiros de Wesley Sneijder en los postes, para aguantar el 0-0 en otro maratónico encuentro de 120 minutos de intensa acción.
Definitivamente, Navas fue un muro en los cinco partidos de Costa Rica, en los que permitió sólo dos goles, uno de ellos de penal. Pero la suerte lo abandonó en los penales frente al equipo que ha sido tres veces finalista de los Mundiales.
El estratega de la Naranja Mecánica, Louis van Gaal, hizo su jugada táctica y, sobre el final del alargue, envió al suplente, Tim Krul, y el portero le dio la razón: atajó los tiros de Bryan Ruiz y Michael Umaña, que le dio a los europeos un triunfo 4-3 por esa vía.
Costa Rica se despidió sin perder un solo partido del campeonato, luego de cinco juegos realizados. Entonces, la proeza costarricense terminó en los cuartos de final, como la mejor Tricolor de la historia, el equipo sorpresa que ocupó la octava casilla entre 32 participantes.
El equipo partió en paz de Brasil 2014, sin llantos ni nada que lamentar, "con las botas bien puestas". Salió por la puerta grande como la grata sensación de la Copa Mundial, que puso de rodillas a varias de las potencias del fútbol, excampeones mundiales, de Europa y América. Y dijo adiós sin haber perdido un partido.
Lástima por la última imagen de sensación de tristeza que transmitió a nuestro pueblo el cierre del ciclo de Pinto en Costa Rica. Ahora, la mira debe estar puesta en regresar con buen nivel al Mundial dentro de cuatro años, en la nueva versión de la Copa Mundial de la FIFA, en Rusia 2018. 

ARL:http://www.nacion.com/blogs/el_buzon_de_rodrigo/Jorge_Luis_Pinto-Seleccion_Nacional-Fedefutbol-Mundial_Brasil_2014_10_1428957091.html
AUTOR: MARCOS PEREZ LOPEZ 

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