lunes, 30 de septiembre de 2013

“La humanidad suficiente  de Jesús y la “dulzura” de María. Son los dos “polos” a los que debe mirar el cristiano para conseguir vivir lo que pide el Evangelio. El Papa Francisco lo ha afirmado en la homilía de esta mañana en la habitual Misa de Casa Santa Marta.

El Evangelio es exigente, pide “cosas fuertes” a un cristiano: capacidad de perdonar, magnanimidad, amor por los enemigos… Hay sólo un modo para conseguir llevarlos a la práctica: “contemplar la Pasión, la humanidad de Jesús” e imitar el comportamiento de su Madre. A la Virgen, de quien la Iglesia celebra hoy su “santo Nombre”,  el Papa Francisco le dedicó su primer pensamiento en la homilía. En una época a la fiesta de hoy se le llamaba “el dulce nombre de María”, después la definición cambió, “pero en la oración-observó- ha permanecido esta dulzura de su nombre”
 “Necesitamos esta dulzura hoy, de la Virgen, para entender estas cosas que Jesús nos pide ¿no? Porque es una lista de cosas muy difíciles de vivir. Amad a los enemigos, haced el bien, prestad sin esperar nada a cambio… A quien te pega una bofetada ofrecerle también la otra, a quien te quita la capa dale también la túnica… Pero, son cosas fuertes, ¿no? Pero todo esto, a su modo, también fue vivido por la Virgen: es la gracia de la humildad, la gracia de la mansedumbre”.


SEVY INES GARCIA RIVAS 9B

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